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En un chat de verano del año 2008, con mi (en ese momento muy reciente) amigo Nicolás Barraza, dije que siempre quise ser curadora de arte. Le dije eso como podría haberle dicho que siempre quise ser chef, o artista plástica, o psiquiatra, o un montón de cosas que alguna vez se me cruzaron por la cabeza, pero por suerte él se lo tomó muy en serio. Unos meses después me llamó para ayudarlo con su proyecto de galería en el local donde funcionaba su estudio de diseño. El local estaba a la vuelta de mi casa, en una galería comercial apocalíptica en construcción, llena de locales vacíos o ocupados por rarezas como uno que nunca entendí bien que hacía pero tenía un gran letrero que decía DISCAPACIDAD.
Nico propuso el nombre Mite, porque le parecía una palabra linda y en referencia al Mitte de Berlín, barrio copado que no conozco. Además descubrimos que mite* tenía otros significados que estaban buenos y le pusimos así. Hablamos cuatro minutos y medio sobre el perfil estético que tendría la galería y no fue suficiente más: nos entendimos para siempre.
Lo primero que hice yo fue comprar un cuadernito, para anotar, porque las chicas siempre anotamos en cuadernitos. Los chicos no. Hicimos una lista de artistas que nos gustaban y empezamos a hacer muestras y cosas.
Al tiempo yo alquilé el local gemelo para abrir Purr, darle una pared más a Mite y armar su trastienda en el entrepiso. Tardamos muchos meses porque somos colgados, pero quedó re linda.
Mite ya tiene un año y medio y es como nuestro hijito. Siempre supe que iba a terminar teniendo un hijo con un amigo gay.


la trastienda:

















una muestra:






















"Introducción al pensamiento telepático", por Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico en el septiembre pasado.


*en inglés: ácaro.

pizca, poquitín.
*en japonés: mire.