sábado, 22 de enero de 2011

all is full of death

Ayer, en el medio de la noche de más darkismo y desamparo de los últimos años, llegué a mi casa (enorme y vacía) y no había luz. Me dormí y soñé que tenía un bebé de 5 días al que tenía que acordarme de alimentar como un tamagotchi para que no se muriera. Pero el quinto día me olvidaba y cuando entraba a su habitación, lo encontraba muerto en su moisés. Es una pesadilla que tuve varias veces a lo largo de mi vida: tener que cuidar personas chiquititas y que se me mueran. No sólo bebés, a veces, humanos adultos de 12 o 15 cm. Pero nunca había sido tan gráfica y angustiante como ésta. Había matado a mi hijo y estaba ahí acostado, redondo y duro, con los labios verdes.
Quería avisarle al padre pero no me acordaba de quién era. Después me daba cuenta de que podía ser X, un chico que es físicamente parecido a Sick Boy, o Y, un boy que es indudablemente un sick.

La luz en Lacroze sigue cortada.



1 comentario:

  1. cada tantos años sueño que estoy en el final de una fiesta a la que solía concurrir en mi adolescencia, con gente vomitando en el suelo, algunos cojiendo por ahí, la casa semi vacía a la madrugada... y yo me despierto en el piso, y estoy embarazada. y no hay tiempo de acostumbrarme a la idea, ni de saber como llegué hasta esa situación, sobre todo sabiendo que yo no quiero tener hijos y uso un diú desde los 19. la primera vez que lo soñé estaba por parir ahí mismo. con los años, tengo cada vez menos meses de embarazo. la anteúltima, tenía tres meses.
    la última no cuenta, porque el lugar había cambiado. en vez de una casa vacía en medio de una fiesta rockera, era un departamento aparentemente normal, y yo me enteraba en ese mismo momento de mi embarazo. y el bebé que yo iba a tener era japonés.

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