Vos y yo y el límite entre los dos
Un poste de madera reposa junto a un tubo de plástico; una persiana se
deforma por el peso de una línea recta; un óvalo de parquet se desarma en
grilla; un vidrio pierde su rigidez y se mantiene unido por la cinta scotch,
pero sigue roto.
Alguien dijo algo alguna vez sobre un espejo que se rompe y una vida
entera intentando unir los pedazos. Hablaba de la locura pero yo pienso en el
amor y en eso en lo que el amor y la locura se parecen. El intento eterno de
hacer encastrar dos formas distintas. La ceguera del refrán que impulsa a ese
intento.
La media naranja no existe, uno nunca es exactamente para el
otro. La historia como la conocemos empieza a perder sentido.
Entonces qué.
< > se trata de relaciones entre dos elementos que
necesariamente se vuelven tres: ellos dos y el límite que los separa y vincula.
Como en una relación amorosa, en cada reunión Marcela Sinclair insiste en las
pruebas para lograr que ambos componentes se modifiquen, que alguna de sus
particularidades funcione con la lógica del otro elemento, que aparezca un
funcionamiento improbable. Explora en la relación de dos lo que puede tener de
liberador.
Toda relación amorosa es experimental, todo experimento está lleno de
accidentes. Entonces no se sabe.
Si se trata sólo de seguir entregándose devotamente a ese intento. Si
hay otras maneras. Si ser más libre te salva o te quiebra. Si existe un amor
tan grande como para vivir entre las grietas.
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